jueves, 10 de enero de 2019

La canción del bisonte

Ilustra la portada un bisonte de los de la Cueva de Altamira, y tiene por subtítulo: "La novela sobre la primera guerra de la Humanidad". Toda una declaración de intenciones, y es que este libro publicado en el año 2018 es un relato apasionante de la trayectoria vital de sobre todo dos personas pertenecientes a especies distintas: el Autillo, un cromañón; y Nublo, un híbrido de cromañón y neardental, en los tiempos de la difícil convivencia entre las dos especies humanas que pulularon por el norte de la Península Ibérica y sudoeste de Francia en la Prehistoria inmediatamente anterior a las primeras manifestaciones artísticas de Altamira. Hace unos 40000 años, 10000 años arriba, 10000 años abajo, más o menos.

Su autor, Antonio Pérez Henares, es un periodista, escritor y editor que a muchos de ustedes les sonará de sus colaboraciones en las tertulias políticas que han surgido en los últimos tiempos en nuestro país, y que tiene un recorrido como escritor bastante interesante, sobre todo en las facetas de novela histórica, y lo que puede parecer más sorprendente, prehistórica. Su primera novela sobre esta época, Nublares, del año 2000, tuvo cierta repercusión y buenas críticas.

Se vale Pérez Henares para esta historia que nos ocupa, La canción del bisonte, de los últimos descubrimientos que se han llevado a cabo sobre la cultura de los hombres de Neardenthal, sin duda en buenta parte llegados a él por su relación con Juan Luis Arsuaga, co-director del equipo de investigaciones de Atapuerca. Y plantea unas relaciones entre esta especie, la Neardenthal, y la Cromañón, o Sapiens, no muy idílicas, pero a mi entender más realistas que las que recrean otras novelas o documentales que hay sobre este periodo de tiempo. Unos conocimientos que permiten a esta historia, así, ser un mejor reflejo de aquella época que otra inmortal novela prehistórica con la que comparte ciertas semblanzas en el título: La danza del tigre, de Björn Kurtén (2001).

Seguimos así al hombre cromañón conocido primero como el Autillo, luego como el hombre Ballena y finalmente como Lobo alto, desde su dura niñez dada su condición de huérano, hasta su maduración como hombre producida de la mano de su mentor y guía, el Errante; y en paralelo también asistimos a la no menos dura peripecia vital de Nublo, de padre neardental y madre cromañón, desde sus difíciles inicios por ser diferente en la tribu neardental en la que crece, hasta que llega a ser coronado como jefe indiscutible de ésta.

Una época tan apasionante que el autor, en una presentación del libro a la que asistí, se preguntaba si no sería la verdadera Edad de Oro de la Humanidad, idea que subrayaba con la anécdota de que en una ocasión que visitaban la cueva de Altamira uno de sus acompañantes exclamó asombrado: "¡La Capilla Sixtina de la Antigüedad!", a lo que él vino a replicar algo así (no recuerdo exactas sus palabras) como: "No. Esto es antes. La Capilla Sixtina sería la cueva de Altamira actual".


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